Una pequeña ave que
volaba recorriendo la belleza de nuestro
mundo y cuando la soledad le atormentaba volaba lo más alto que podía y al
llegar a un punto en el que no podía respirar caía desde lo más alto, justo en el
momento preciso retomaba vuelo y esto le devolvía las ganas de vivir decía que
le hacía sentir como si hubiera renacido, el encontrarse al borde de la muerte
se llenaba de emoción por vivir y por seguir montando vuelo por las maravillas
de nuestro mundo, algo que le fascinaba hacer era volar por las ciudades más
habitadas y regocijarse, al mirar como las personas desperdician su valioso tiempo,
en cosas tan vánales como lujos, en lugar de disfrutar el privilegio de
encontrarse un día más con vida.
De esa ave
aprendí que no hay momento más valioso que el que pasas con alguien que amas!