Esta noche
se torna mágica cuando calabazas decoradas con rostros tallados a mano nos dan la bienvenida, la belleza de las hojas naranjas decoran el piso y anuncian la
llegada del otoño, la peculiaridad en las decoraciones y las ofrendas nos
transportan a un mundo lleno de fantasía, maridando perfectamente esta noche
con disfraces que más que terroríficos más parecen divertidos, poco a poco nace
un sentimiento de encontrarnos en un lugar lleno de fantasía como si este
hubiera sido sacado de un libro de cuentos, la unión de las personas para una
festividad que más que aterradora se vuelve fantástica y los dulces hacen que esta noche
sea imposible de olvidar para los más pequeños.
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